La educación, es la base del éxito, la más grande oportunidad de progresar, lo único que jamás te podrán quitar. El conocimiento es el arma más letal para derrotar el hambre, la desigualdad, la pobreza, la corrupción, la violencia, el fracaso.
Creo conveniente vincular este articulo con el ultimo que escribí, sobre la “Desviación cultural en Venezuela”, es que están íntimamente ligados, la carencia de valores que pueda existir junto con el problema estructural a nivel educativo.
Hoy en día, con esta incesante modernidad tecnológica que estamos viviendo, con el Internet, creo inconcebible que nuestros barrios y urbanizaciones no estén repletos de BIBLIOTECAS, puesto que allí, es donde se forja el semillero de un futuro grande y próspero, desde allí deben nacer las grandes ideas para construir una mejor Ciudad, Estado y País. ¿Qué cuesta eso? Comparado con el tesoro eterno del conocimiento.
Hoy en día, aún existen institutos académicos con defectuosa infraestructura, en muchas barriadas, al llover, se pierde clase. En otras, producto del hampa y la pobreza, se producen alarmantes índices de deserción escolar. Medidas contundentes deben tomarse, pues no debemos dejar que la batalla se la gane el hampa a nuestros jóvenes.
Por otro lado, hay que profesionalizar diversos oficios, crear más y mejores instituciones que capaciten personal técnico, como obreros, maestros de obra de construcción, secretarias, mecánicos en general, existen tantos oficios en el área laboral que equivocadamente el sistema no lo ha asumido como una profesión, y son precisamente esos oficios los cuales ayudan a apalancar el desarrollo productivo, siempre y cuando, cuenten con la eficacia y eficiencia necesaria. Muchas instituciones se preocupan por carreras como derecho, administración, ingeniería, etc. Menos preciando las carreras técnicas que son igual de necesarias para el país.
Hace un par de años, desde la Fundación Juventud Presente, la cual presidí, realizamos varias jornadas educativas, la más contundente fue la recolección de libros nuevos y usados para ser donados a las comunidades más necesitadas, fomentando así, la creación de Bibliotecas Comunitarias de la Esperanza. Ustedes no se imaginan como el ciudadano apoyó esta causa, es que cada uno de nosotros siempre tiene por lo menos un libro guardado, lleno de polvo, que no necesita. La idea era desempolvarlo y donarlo a quien de verdad haría uso de nuevo, es un detalle, sin costo alguno, que produce un beneficio infinito, el de la EDUCACION.
Multipliquemos por favor este tipo de actividades, un llamado a la juventud sobre todo, a quienes hacen vida pública, motivar la educación, en todo ámbito, la educación ciudadana, la educación ecológica, la educación empresarial, la educación deportiva, laboral, de salud, FAMILIAR.
Seamos una sociedad de educadores día a día, cada uno de nosotros, dando los Buenos Días, diciendo Por Favor y Muchas Gracias. Sin duda alguna, son los valores y la moral, lo que nos elevará a ser una mejor sociedad, educada y próspera.
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